jueves, 16 de febrero de 2012

Déjate de joder y no te hagas la loca !

Mucho se ha escrito sobre la histeria clínica y el histerismo, así que me limitaré a dar algunas reflexiones que se pueden sacar de lo que he leido , muy pensadas, semi contradictorias, estimo que útiles aunque bastante eficientes en su inaplicabilidad.
La histeria, creo yo, es una clase de neurosis cuya base de relación interpersonal afirma que
quien se consigue no es quien hacía falta
porque en la histeria el objeto del afecto nunca se alcanza, ya que si pudo alcanzarse entonces no era el objeto que debía desearse. Pero el truco de quienes están afectados de histeria consiste en generar en los demás la falsa impresión de ser inconquistables. Y hay más que unos cuantos  idiotas que se lo creen.
El histerismo, yo creo, es una clase de juego cuya regla de oro propone que
el que más pierde es el que gana
porque el histeriqueante consecuente con una estrategia exitosa tiene que ser inaccesible para cualquiera y, en consecuencia, quedar solo. O sola, que es más frecuente. Y no tanto como se lo merecen, pero sucede.
El histrionismo, creo también, es una clase de vida cuyo patrón de conducta indica que
a mayor despliegue más puta queda

porque es tan evidente el diagnóstico, que así lo dictamino.
En conclusión, histeria e histerismo son entidades que pueden ser complementarias y muy útiles para fomentar la hijaputez, que es el mecanismo del cual se vale la naturaleza para señalar lo patológico del ser femenino -que puede ser portado tanto por mujeres como por varones- y también para evitar la reproducción de los estúpidos perdedores. El histronismo, en cambio, ya es per se una putada.
Estas conductas farsescas son posibles en tanto el ello de los portadores los persuada de que así lucen más atractivos, interesantes y bonitas. Histerello es un supervillano que no se reprime y cree que todo vale en la conquista del objeto de su deseo, que hasta podría ser alguno de ustedes. Pero no necesariamente, ya que lograr vuestra rendición emocional puede ser sólo una pieza cobrada en la cacería -con trompetas y zorraje- del amigo de ese vecino.
Lo especial de esta "villanía" , si se quiere,  es que no tiene antagonistas, solamente víctimas. Sus pobrecitos egos.
Sin embargo, aunque Histerello ajeno o propio los acose, siempre podrá ayudarlos Superyo. Es decir Yo, en mi calidad de Superhéroe, Supervisora del resto del staff y tan Superególatra que hasta Histerello se me achica. Y porque, vamos, no esperarán que sus superegos les digan cosas reconfortantes después de haber sido tan boludos/as o tan ridículos/as. Nah, sean realistas.
Además, con sinceridad pero sin ánimo de ofender, de qué sirvió el superego de ustedes hasta ahora.

 Aclaracion : no se admitirán reclamos por el jardín de rosas no prometido ni por el uso de las teorías de Freud.