El plato está servido, y desde la
puerta mientras se fuma un pucho,
me dice- que me contas del tema
de cómo el mercado nos arruino
la cultura-. Me puso mirada inquisidora
esperando mi ofensiva. Es un
viejo anarquista
simplista en el contexto de estar siempre
a la defensiva. No viejo no se
trata de ver
quien está más tiempo sin
pestañar, estoy
un tanto cansada de que se victímese
permanentemente a la cultura del
lado
de quienes más las pisotean. Los
mismos que
se quejan de la industria
nacional de cine y piden
mas cine independiente son los
primeros en llenar
los Avant Premier de las súper
producciones yanquis.
Y o casualidad que cuando tenemos
éxito con una película
Nacional se transforma en las más
taquillera a través de las
de las cadenas multinacionales de
Hoyts. Muchos escritores siguen
siendo esclavos de contratos con
cadenas de editoriales monstruosas
desligándose de sus obras para
que estas sean vendidas a como dé lugar
soñando con un “bestseller “pero
luego son los primeros en salir haciendo
demagogia en algún suplemento con
que escribir no tiene precio.
Muchos curadores de la música sostienen
que el rock en este país ha muerto, que carecemos de
música pero son los mismos que
dejaron de buscar, que no investigan, no salen a la calle.
El doble discurso se puso la 10 y
es el goleador en este juego. Esta gran parte de la sociedad
que es quien bastardea el arte
realmente se ha transformado en
el problema que aleja la solución. No podemos negar que sin mercado el arte
no puede subsistir , si hay algo
que no soy es surrealista y no puedo obviar la realidad viejo!.
Es al pedo
emitir un juicio de valor culpando de la destrucción del arte
original solo
al mercado.