viernes, 20 de abril de 2012

La cultura es un derecho y es publica ! Ta Claro?

A ver si nos entendemos. La cultura no se compra ni se vende, no es tuya ni mia. Convertir en mercancía el hecho cultural sólo amplía la lógica de algo más para vender que convierte a los ciudadanos en consumidores de aquello que el mercado esté dispuesto a ofrecer. Que en muchos de los casos es sólo chatarra que nos achata el cerebro y la creatividad ocultando las reales condiciones de vida de nuestra sociedad.
Pensemos lo siguiente no es solo culpa de Mestre que se haya llegado a la aberrante situación de privatizar algo que siempre fue y debería seguir siendo de todos es decir PUBLICO! , tengamos en cuenta  que desde hace tiempo se ve en la ciudad  como un grupo social minoritario perteneciente a las clases acomodadas  se apropia de una forma de hacer cultura como si fuera la única y utiliza sus recursos de poder para imponerla, como son los medios de comunicación, la radio, la televisión, la cartelería pública. El acceso a utilizar estos medios es tan costoso que terminan quedando en manos solamente de quienes los pueden pagar con la complicidad de algunos gobernantes. Mas allá de todos las iniciativas increíbles que ha largado la secretaria de Cultura de Nación para el fomento de la cultura popular como lo es el MICA o el proyecto: Puntos de Cultura, todo esto se ve obstruido cuando pasan las cosas que están pasando en la ciudad que parece tierra de nadie o mejor dicho solo de LA CASA RADICAL.
Con esta nueva medida de este tipo que para desgracia y amnesia de muchos ciudadanos tiene en su poder la intendencia PERO OJO POR MANDATO POPULAR! convierte a los ciudadanos en meros receptores o pasivos espectadores de eventos artísticos. De la misma manera seguirán  funcionando las galerías de arte,  museos, centros culturales abiertos solo para un grupo privilegiadas/os, respondiendo a intereses empresariales y cerrados para la mayoría de la población.
La cultura es historia e identidad, está permanentemente presente en la cotidianeidad de lo que hacemos, es una construcción social que nos permite vernos como un pueblo colectivo, y no individualista.
Si aceptamos todo lo que está pasando en la ciudad retrocedemos 20 mil casilleros y volvemos a los años del neoliberalismo donde nos cuesta identificar cuáles son esos espacios que aún nos pertenecen a todos y todas. Vale como ejemplo una escuela convertida en Shopping o la cárcel de mujeres convertida en una especie de Shopping cultural. Ambos lugares comparten una ubicación estratégica: son céntricas y están cerca de una de las zonas más ricas de la ciudad. Como todo centro comercial a estos lugares no accede una gran parte de la población. A la larga nos terminamos acostumbrando a mirarlos desde afuera.  
Porfavorrr para cambiar la realidad que nos oprime no existen recetas –y bastante contradictorio sería que las hubiera- pero si existen ideas, voluntades, ganas y entusiasmo para animarnos a proponer y dar un primer paso que nos permita ocupar los espacios públicos de nuestra ciudad. Es necesario salir del encierro al que nos condena el individualismo, de la inacción que nos propone el consumismo, la ineficiencia de estos gobernantes y sus inentendibles formas de proceder y atacar y del miedo que nos somete el actual discurso sobre seguridad. Salir, para entrar al espacio público.