domingo, 26 de agosto de 2012

Las mujeres que escriben tambien son peligrosas.


Esta frase se solía decir mucho incluso hasta principios del siglo xx , ya que se consideraba que las mujeres capaces de semejante acto de rebeldía eran sumamente peligrosas , veníamos de una sociedad altamente  machista la cual repudiaba todo oficio que pudiese adquirir la mujer al igual que el hombre por lo que las mujeres que se animaban a hacerlo debían esconderse utilizando seudónimos masculinos ocultándose en el escudo de un hombre quienes muchas veces se aprovechaban de ello para sacar rédito propio.
Fue ardua la lucha durante años para entender que nuestro género podía enriquecer muchísimo a la literatura y fue mucha la lucha por la libertad de expresión plena.
Pero los tiempos cambiaron y hoy podemos disfrutar de escribir tanto como el lector puede disfrutar leyéndonos. Seguimos transmitiendo en nuestros escritos el alma mater de la mujer, corazón, revolución, pasión y sensibilidad. Damos vida dentro y fuera de la realidad y eso déjenme decirles es algo que todos debemos valorar muchísimo, sin desperdiciar un segundo.
Este hermoso oficio de escribir nos ha revalorizado muchísimo desde el ámbito cultural, nos ha dado nada más y nada menos que la posibilidad de " contar”.
Soy muy partidaria de admirar el toque femenino que le pone cada una de nosotras a los poemas, cuentos o notas, es como ese sutil toque de marcar una diferencia que paradójicamente radica en la igualdad ante la sociedad de ambos géneros.
Estos son tiempos de revuelta y libertad claramente, de agarrar el lápiz, la lapicera o Word y dar rienda suelta a la imaginación o a la crudeza de la realidad, marcando con trazo grueso preferentemente  nuestros sueños y con el fino nuestros miedos.


Miedo solo puede tener el que no se anime a leernos.

Les recomiendo leerlo, previamente lean " las mujeres que leen son peligrosas" que es la primera saga.