domingo, 21 de octubre de 2012

El mundo.



El mundo es eso – revelo- . Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Fragmento del libro de los abrazos , de Eduerdo Galeano. 





Y así comienza el libro , que se yo , creo que nunca encontré una mejor definición del infierno que es cada persona . La descripción justa , sin una pizca demás . 
Y particularmente sobresalto la última parte porque me da la sensación de estar mirando con una lupa el microorganismo de esa persona que indudablemente marca una diferencia tajante , la sensación de estar frente a esa célula humana que se regenera una y otra vez, una y otra vez.