viernes, 30 de noviembre de 2012

Rodaje.



Y de repente saltaron las tostadas, ese salto
me llevo a estar viendo la película,
desde la pantalla, corría muy rápido pero
las imágenes eran muy nítidas. Podía
observar bien cada acción, el olor a quemado
despertaba justo el reflejo clave para detenerme
allí ; claro así se veía mucho mejor. Subía y bajaba
el volumen haciendo foco en algunos gestos determinantes.
Iba comprendiendo mas, sentía un alivio que desconocía.
Los silencios reflejaban escenas inéditas; nadie estaba
interrumpiendo. Esta vez no era una sinopsis, estaba completa
no hubo ningún reparo, me estaba viendo y esta vez sin costo.
Estaba eligiendo el argumento, fue claro. Entonces todo
duro unos segundos cuando por fin comprendí, como
decía Shakespeare “ quizá quieras interpretar el papel
durante un tiempo, para ver cómo te sientes, pero
seguro que no para toda la vida”.