lunes, 7 de mayo de 2012


Todavía recuerdo el olor a la  vacación  allá por el 98,
los abuelos  y los bisabuelos en la casa de campo,
meta timba y mates. El glorioso juego de la loba, $ 1 por partida
como siempre me dejaban ganar era millonaria con $ 5 o $10 pesos.
Rio , flota, flota y el sol que hacia arder mi piel curtiéndola  en el color mas
colorado que pueda existir. Por la noches se hacia el show de disfraces más divertido
que culminaba en un álbum de fotos, en el cual acompañaba la historia de la Dra. Quintana ,
ya por aquellas épocas teniendo unos 11 años ponía mi imaginación al poder del desarrollo literario que estaba madurando mi cabeza.
Fue la primera y la única edición de algún cuento mío. Unos grandes los abus!!!
QUE CARA ES LA TARIFA DEL RECUERDO, TE DEJA SECO
UNO DE LOS BOLSILLOS DEL CORAZON Y TE CONFISCA EL
MOMENTO DE REMEMORARLO.