Todavía recuerdo el
olor a la vacación allá por el 98,
los abuelos y los bisabuelos en la casa de campo,
meta timba y mates. El
glorioso juego de la loba, $ 1 por partida
como siempre me
dejaban ganar era millonaria con $ 5 o $10 pesos.
Rio , flota, flota y el
sol que hacia arder mi piel curtiéndola en el color mas
colorado que pueda
existir. Por la noches se hacia el show de disfraces más divertido
que culminaba en un álbum
de fotos, en el cual acompañaba la historia de la Dra. Quintana ,
ya por aquellas épocas
teniendo unos 11 años ponía mi imaginación al poder del desarrollo literario
que estaba madurando mi cabeza.
Fue la primera y la única
edición de algún cuento mío. Unos grandes los abus!!!
QUE CARA ES LA TARIFA
DEL RECUERDO, TE DEJA SECO
UNO DE LOS BOLSILLOS
DEL CORAZON Y TE CONFISCA EL
MOMENTO DE
REMEMORARLO.