sábado, 14 de julio de 2012

Guardatela forro.


Cuando la limosna es grande hasta el Santo desconfía
dice el refrán,  e inmediatamente se me viene a la cabeza
claramente  no se trata de desconfiar es que la limosna desde el vamos
no es buena, de hecho es egoísta, selectiva y denigrante.
A parte quien da una limosna a una persona “pobre”, piensa en darla
como pobre, el que la da piensa en cómo hacer asistencialismo sin
cubrir realmente  la necesidad que esta manifestado dicha persona
pobre.
Dale,  la pena se la dejemos a la persona sin sueños, sin alma, que tiene un pensamiento
tan pobre que merece una buena limosna, en ese caso como podríamos
desconfiar? Mejor pensemos en derechos que como ciudadanos y seres
humanos todos nos merecemos y que cada vez vayan en aumento.