Jovencito gritón de silencios infernales
que
traen paraíso a un dios que la pifio y le regalo
una maratón de intereses a biblia y calefón.
Bebiendo recuerdos de barrio y masticando un anti capital
aniquilado a la hora de pagar el alquiler a fin de mes lo conocí,
corriendo a ningún lado , con fe de ateos, ni pa la derecha
ni pa la izquierda,
amante
apasionado de La mayor, lo vi formando sus dedos en V y
afinando
las cuerdas de una encrucijada lo vi temblar de amor.