Del corpiño que ahorca para dejar el busto más arriba,
del encaje que pica pero te
deja más sexi, de todas esas
caras presas del transporte
público a las 8 de la mañana
de la botella de cerveza a
la mitad guardada hace 2 días
en la heladera , de una
vereda sin niños , de una piel sin
suavidad , de los agujeros
de las medias , de una moto
cargada de a tres , del
maldito clavo de la silla , del jeans
que no pasa , del domingo llegando
a su fin , de las zapatillas
que hay que jubilar , del
disco que no se compra , del libro
que no vende.
Cuantos gritos…