Recordar ahora Itapema, empeora
mi relación con el mundo, pensar de
que quiero vivir el año que viene en
este momento es como escuchar a Claria
una hora seguida encerrada en el
baño sin ventilación. Pensar en el fin
de mi carrera aumenta la presión de
la arteria más recóndita de mi cuerpo.
Todos los días el mismo sueño: “renuncio, renuncio;
metete la motivación, donde nos meteríamos las pilas
sin basura electrónica”.
Ver el cuadro de Eva en el living siempre me ahoga en la
búsqueda de lo más profundo de mi deshilachado cuerpo
¿Donde mierda están mis ovarios?.
Mientras escribo, estar tomando
mate con una Yerba
“digestiva-antiácida”, es sinónimo
de un hígado
reprochador y mañoso. Los
titulares de fondo en la
tv “ Belgrano se ilusióna “ , y yo
veo entre líneas
un mensaje de alguna deidad hacia
mi persona.
Nunca les conté pero tengo un máster
en “ remo”
y un doctorado en natación a favor
siempre
de la corriente . Por ende estoy
tratando de hacer
una especialización en “ contra”.
Voy a cortar la luna con una tijera,
me aburrió
su resplandor como sinónimo de su
antiguo
romance con el hombre lobo.
Punto final.
