Creo que Córdoba no es "el interior", está en otro plano, me resulta una especie de döppelganger
de Buenos Aires, una hermana no asimilada, diferente de Rosario, ya un
suburbio de la capital nacional, una Barcelona socialista afectada de
moral. (Buenos Aires y Rosario padecen y disfrutan estar en el litoral,
tener puerto, el agua que aunque corra es putrefacta.) Córdoba me parece
otra cosa, otro lugar. Tiene mucho en común con Madrid. Ese clima seco
de calles sin árboles en el casco histórico. El polvo. Ambas son
ciudades de tierra adentro, de conventos y viejas universidades, de
ganado sin llanura, de meseta y accidentes geográficos poco
espectaculares. Ciudades de burocracia y mercado, de aspiraciones
cortas, de resignación y grandes artistas, rústicos, eficientes y
genuinos. Creo que cuando la fundó, Cabrera ya sabía cómo venía la mano.
Cabrera, fundador de Córdoba, rebelde, el primer telépata argentino.
Por : Juan Terranova.